Etimológicamente "Masaya", antiguamente "Mazātlān" deriva del idioma de los nahuas (una variante del náhuatl o pipil) y proviene de la palabra mazātl que significa "venado" y la partícula -tlān que denota "sitio o lugar". Es decir, "lugar de venados".
Es conocida como "Ciudad de las flores" y "Cuna del folklore nicaragüense" por su gran vigor cultural, no obstante, dado que Nicaragua es pluricultural, en la actualidad se ha denominado a Masaya como Capital del folklore nicaragüense.
Situada al suroeste de Managua, de la que la separan 28 km, y a 14 km al norte de Granada está situada a la orilla de la laguna del mismo nombre y a los pies del volcán Masaya (también llamado Popogatepe, "montaña que arde" en chorotega). El conjunto de la laguna y volcán, que tiene cinco cráteres, conforman un área de 52 km² declarada Parque Natural en 1979 y alberga en su interior un muy interesante museo de vulcanología. Al norte de Masaya, frontera con Granada, se encuentra la laguna de Apoyo.
Se cree que los Niquiranos fueron los primeros pobladores de las tierras de Masaya y se tiene constancia de los asentamientos de poblaciones como Nindirí, Niquinohomo o Monimbó anteriores a la conquista española. Uno de los barrios principales de la ciudad es el de Monimbó (en español quiere decir "cerca del agua") y está situado muy próximo a la laguna. También grupos chorotegas habitaron estas tierras. Hay constancia documental que en el siglo VI, en Monimbó había una población de 250 tributarias.
Pedrarias Dávila inicia la conquista de estas tierras en 1524 y crea las primeras encomiendas. Al estar Masaya ubicada en el camino principal entre Granada y León (entonces León el Viejo) y formar parte del camino de Panamá se convirtió en un lugar de descanso muy apropiado. Esto unido a su agradable clima y fértil suelo atrajo a muchas personas a asentarse en la ciudad, dando lugar de esta forma al nacimiento de la Masaya colonial.
El 24 de marzo de 1819 el rey de España Fernando VII otorgó el título de "Muy Noble y Leal Villa Fiel de San Fernando de Masaya" que se puede leer en el escudo de la ciudad desde entonces. El 2 de septiembre de 1839 se declaró a Masaya ciudad. En su escudo, además de la leyenda indicada hay otra que dice "Viva el corazón de María".
De los diferentes asentamientos indígenas únicamente Monimbó ha conservado la identidad étnica a través del tiempo.
Masaya es la expresión mestiza eminentemente descollante: el encuentro de un Francisco Hernández de Córdoba con un Cacique Nicarao pacífico, quien según la tradición oral "monimboseña", en vez de pelear con el español, le ofreció una de las muchas mujeres hermosas de su tribu. Aunque según la historia escrita, en 1523 Gil González Dávila había entrado a Nicaragua por el sur del contemporáneo departamento de Rivas, cuando se halló con el jefe de los nicaraguas, y con quienes entró en asamblea para que se sancionase la jurisdicción del Rey de España y se convirtiesen al catolicismo. Nicarao, lo amparó amistosamente, aceptando la fe católica y permitiendo que muchos de su tribu se bautizaran.
Nicarao envió a los conquistadores al Cacique Diriangen, quien opusó resistencia a los conquistadores españoles, atacándolos en la llamada Quebrada del Perro en la ciudad de Diriamba, obligándolos a retirarse.
Masaya es la expresión máxima del nicaragüense mestizo en todos sus aforismos folclóricos, sus preceptos, sus artesanías, sus comidas, su pinolillo, su tiste, su chicha de maíz y sus gloriosas marimbas de arco. "¡Al sonar de la marimba se desborda Monimbó!"
La situación de Masaya en Nicaragua hace que sea un importante nudo de comunicaciones en el transporte. Tiene una activa industria de manufactura de productos agrícolas, como tabaco (fabricación de puros) y procesamiento de fibras naturales. La producción artesanal es muy importante, se puede decir que es el centro de la artesanía nicaragüense, con un componente de cultura precolombina muy fuerte, se trabaja fundamentalmente la madera, el cuero, la cerámica, las piedras y los tejidos. Industrialmente se producen también; zapatos, productos de piel, jabón y almidón.
Masaya es considerada en Nicaragua la cuna del folclore nacional. Esto se debe a que muchas de las expresiones culturales del país, la música de marimba, los bailes tradicionales, los hidalgos adagios castellanos con su legítima integración amerindia, sus preceptos sabios y alegres, su artesanía y su compleja y heterogénea tradición culinaria tienen en esta pintoresca ciudad la estirpe de lo que es ser nicaragüense. Por ello el 23 de octubre de 2000 la Asamblea Nacional de Nicaragua nombró a Masaya "Capital del Folclore de Nicaragua". El 9 de octubre de 1989, mediante el decreto ley 61, fue considerada "Patrimonio Cultural de la Nación".
El baile de Negras es un baile típico masayense que se baila los días domingos durante las fiestas patronales en honor a San Jerónimo.
En este baile peculiar las parejas están conformadas hombres -expertos danzantes- que bailan al son de la marimba. Ese día dejan los pantalones para vestir enaguas y trajes femeninos de vistosos colores que lucen con una gracia y elegancia envidiada por muchas damas.
Es la costumbre que los grupos de baile son invitados y recibidos en las> casas de habitación en donde muestran sus habilidades danzarias para gusto de los anfritiones que les brindan bebidas y platillos de la gastronomía tradicional de Nicaragua.
Entre los actos folclóricos que han nacido en esta tierra destaca por su singularidad "El Torovenado". Nació como una procesión por una promesa al santo patrón de la ciudad, San Jerónimo, y al poco tiempo se convirtió en un carnaval.
La procesión, en la que se sigue sacando la venerada imagen, es un desfile de disfraces donde sólo participan hombres, muchos de ellos disfrazados de mujer. La unión de las costumbres ancestrales con las cristianas han dado lugar a esta expresión cultural que esta especialmente arraigada en la comunidad indígena de Monimbó que ocupa el populoso barrio del mismo nombre.
En su vertiente más auténtica, en la indígena, el Torovenado parece tener una expresión de burla contra el conquistador español. Como lo explica el profesor folclorista José Bayardo Ortiz:
Aquí nos encontramos al conquistador español de cruz y espada, que se sentía fuerte, dueño del rebaño de vacas y preñador, contra el venado que preña en movimiento, corriendo el macho y corriendo la hembra.
El Torovenado es un animal mitológico que simboliza una protesta transformada en burla perdida en el tiempo desde la conquista española. Representa la astucia contra la fuerza del sometimiento, la inteligencia del indio para sobrevivir contra el esclavismo del español.
Ser mítico, mitad toro, mitad venado, es la expresión de esa lucha y unidad, juntos pero en contienda. El toro es la fuerza bruta, el español arrogante, altivo; y el venado es el indio que usa su sagacidad para no dejarse atrapar, para sobrevivir.
El Torovenado es en realidad una expresión organizada de la población, mimetizada en un carnaval que culmina con toda una temporada de fiestas folclóricas en Masaya, población y plaza en lucha interna, resistencia del dominado a la dominación
La Fiesta de los Agüizotes o simplemente Los Agüizotes es una celebración tradicional nicaragüense realizada anualmente como una tradición propia de los habitantes de la ciudad de Masaya desde mediados del siglo XX y que tiene lugar el último viernes del mes de octubre, con una previa en la noche de jueves con la tan esperada "Vela del Candil".loo se lo
Es una celebración dentro de la festividad religiosa en honor a San Jerónimo, santo patrono de la ciudad, el desfile carnavalesco, de los participantes vestidos con disfraces y máscaras de los mitos y leyendas nicaragüenses, inicia en la plaza al frente del templo católico "María Magdalena" en el barrio indígena Monimbó, y después recorre las principales calles de la ciudad al ritmo de música de filarmónicos o "de chicheros".
La palabra "Agüizote" o "Ahuizote" proviene del náhuatl "Ahuitzotl": "A (atl)" prefijo de "agua", "Ahuit", "espina", y "zotl", "perro" que viene a ser "perro (espinoso) de agua" ("nutria").
Para los masayas significa "espanto cerca del agua, río o laguna". Además, así se le llama a la cobertura o camisa de la mazorca de maíz conocida como "tusa".
La aceptación popular de agüizote es mito, entendido como leyenda y terror, espantos que cobran vida a través de una variedad de disfraces que representan a los personajes de leyendas y de la mitología folclórica nicaragüense.
Son llamados agüizotes un grupo de espantos, fantasmas, hombres sin cabeza, mujeres lloronas y otros personajes legendarios que son personificados por personas vistiendo trajes alegóricos o estrafalarios con el propósito de divertirse y que reviven antiguas leyendas de miedo que forman parte del imaginario terrorífico popular en este país centroamericano.
Llegando la noche del último viernes de octubre entre las 8:00 y 9:00 pm, salen los Agüizotes al ritmo de chicheros y música burlesca a deambular por todas las calles de Masaya, a realizar muecas espantosas para que niñas y niños queden horrorizados, y cada susto es una carcajada de un Agüizote.
Los agüizotes marchan en un desfile que recorre las vías de la ciudad entre gritos y música de marimbas, trompetas y tambores; de bandas filarmónicas y de mariachis que dan vida a un ambiente de carnaval matizado con las luces de cientos de velas y candiles.
Los personajes que buscan provocar pánico -pero que más bien causan risa- empiezan a aparecer al caer la noche en una de las calles de la populosa comunidad de Monimbó, de amplia población indígena de origen chorotega.
El patrimonio es muy abundante en Masaya. No sólo destaca por sus monumentos, sino que se complementa con la historia, la cultura y la naturaleza.
El Parque nacional Volcán Masaya es un sobresaliente e interesante lugar que aúna la mayor laguna de origen volcánico de Nicaragua, la laguna Masaya o Apoyo, con un volcán (el Masaya, o Popogatepe, y que significa "montaña que arde") que posee 5 cráteres, uno de ellos humeante y con lava. Su corazón es un museo vulcanológico muy destacable y completo que ayuda a comprender bien ese espacio natural.
Se puede ascender en coche hasta el borde del cráter y observar las fumarolas que emanan de él. Este volcán ha estado muy ligado a las creencias populares y los misioneros españoles lo consideraron "la puerta del infierno", colocando una gran cruz en su cumbre para impedir la salida del diablo.
Como se ha podido leer anteriormente, la historia de Masaya se hunde en el tiempo. Pero en fechas más recientes nació en uno de sus pueblos cercanos, en Niquinohomo el hombre que marcaría la historia de Nicaragua, Augusto Cesar Sandino. Su imagen fue recogida por los fundadores del FSLN (Frente Sandinista de Liberación Nacional) quienes basados en postulados marxistas leninistas llevaron a cabo la Revolución Sandinista derrotando a la dictadura de la familia Somoza en 1979.
La fuerte industria artesanal así como el mantenimiento de la idiosincrasia indígena y el fuerte folclore hacen de Masaya el lugar ideal para entender y aprender la cultura de Nicaragua y de América Central.
Entre los edificios civiles destacan el mercado viejo (1891), la estación del ferrocarril (1895), el Club Social (1875) y el Hospital San Antonio de 1908.
En los militares destaca Fortaleza El Coyotepe de principios del siglo XX. Decretada Monumento Nacional el 15 de noviembre de 1967 por el decreto 1398. Fue escenario de varias batallas en la historia de Nicaragua, destacando la conocida batalla de Coyotepe entre el 3 y 4 de octubre de 1912.
Masaya celebra sus fiestas patronales en honor de la Virgen de Nuestra Señora de la Asunción el día 15 de agosto. Las fiestas se desarrollan durante los primeros 15 días de agosto y culminan el día 15, festividad de la Asunción. El 14 de agosto se celebra la Gritería Chiquita.
En este día se conmemora la detención de la erupción del volcán Santiago en 1772 que se produjo, según la tradición, por el milagro obrado por la virgen que fue llevada en procesión hasta sus inmediaciones. En ese acto la imagen de la virgen sufrió quemaduras en la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho por lo que popularmente se le conoce como "La Virgen del dedito quemado".
El 30 de septiembre se celebra la fiesta en honor de San Jerónimo, patrono popular de la población. Los masayenses dicen que San Jerónimo es "bochinchero" al igual que ellos por lo que le han convertido en su patrono.
Las fiestas de San Jerónimo son muy vistosas por los actos folclóricos y la cantidad de flores con que se adorna la ciudad. En ellas participan activamente el alcalde Municipal, el Consejo de Ancianos, el alcalde de Vara, las Indias Bonitas y Grupos de Bailes de marimba. El 29 de septiembre se celebra la llamada "Construcción de la montaña de san Jerónimo" en la que en la iglesia de San Jerónimo se realiza una aportación de plantas y flores por parte de los fieles para adornar la peana del santo construyendo una "montaña" de flores y ramas. En la calle se producen gritos de !Viva San Jerónimo!.
Las fiestas de Masaya son las fiestas más largas en lo que a tiempo se refiere, ya que son 3 meses de fiesta y es la única ciudad de Nicaragua que tiene más días festivos; iniciando actualmente en el mes de septiembre, en honor a San Jerónimo, y culminando el primer domingo del mes de diciembre con el festival folclórico de marimba.